lunes, 1 de mayo de 2017







LOS COMUNEROS DE ORGAZ


Carlos I, antes de partir a Alemania para ser coronado Emperador del Sacro Imperio, concedió en La Coruña el título de Conde de Orgaz al señor de dicha villa, D. Álvaro Pérez de Guzmán y Mendoza, en premio a su fidelidad en el año 1521. Otras fuentes dicen que el título de Condado se concedió el 17-03-1529.

Los vecinos de Orgaz, tal vez molestos con su “señor” o por este nombramiento, o quizás alentados por la ciudad de Toledo, que quería expandir su influencia por la comarca, se unieron a la rebelión de las Comunidades Castellanas en el año 1521 contra Carlos I.

Las causas de la revuelta comunera fueron diversas:
-     El desconocimiento del rey de la lengua y costumbres castellanas.
-     La concesión de altos cargos a los flamencos que le acompañaban.
-     La creación de nuevos impuestos para costear su coronación como emperador.
-     El incumplimiento de residencia y la inobservancia de sus leyes.
-     El miedo de exportar la lana en bruto a Flandes y la disminución de la artesanía textil castellana.
       La mayor parte de las ciudades castellanas (Segovia, Toledo, Salamanca, Ávila, etc.) se rebelaron contra el absolutismo del rey pero, tras la derrota de las fuerzas comuneras en Villalar el 23-04-1521, las tropas imperiales fueron conquistando los reductos comuneros y el 10-08-1521 derrotaron a las huestes comuneras de Orgaz, las cuales se replegaron al Castillo, defendido por el Conde de Villafranca.

El Castillo fue asaltado e incendiado el 30-08-1521 y los cabecillas comuneros fueron castigados. 

El Castillo de Orgaz, primitiva fortaleza medieval construida en el siglo XII, fue reconstruida en el siglo XIV y reformada en el XV y ha estado vinculada a los Señores y, después, Condes de Orgaz.

Actualmente pertenece al Ayuntamiento de Orgaz y está declarado edificio histórico-artístico.

José de Echegaray Eizaguirre (1832-1916), además de ingeniero, matemático y político, fue dramaturgo y obtuvo el Premio Nobel de Literatura en el año 1904. En su obra “En el puño de la espada”, estrenada en 1875, canta la gesta de los orgaceños que en 1521, fieles a la sublevación comunera y a Juan de Padilla, hidalgo toledano y capitán general de los comuneros, ajusticiado en Villalar el 24-04-1521 (un día después de su derrota), hicieron frente a las tropas imperiales que asaltaron e incendiaron el Castillo.

La obra, mezcla de romanticismo y epopeya, sitúa el tercer acto en el Castillo de Orgaz. En la Escena Primera del Acto Primero, pone en boca de Nuño, escudero del Marqués de Moncada, los siguientes versos:

Cosas hay que nunca pasan.
¡Qué noche aquélla, qué noche!
¡De Orgaz las viejas murallas
pienso que, aun hoy mismo rojas,
sangre de imperiales manan!
Allá en Toledo, encerrándose
la de Padilla, levanta,
con sus bravos comuneros,
el pendón de la venganza;
y en Orgaz, mi buen señor,
el conde de Villafranca,
repite el eco de guerra
de la noble doña Juana.
Viejos los torreones son;
brechas hay en las murallas;
son escasos los pertrechos,
y es la gente bien escasa,
¿Qué importa? Donde hay coraje,
sobran piedras y bombardas.


Luis M. Garrido.
Abogado.