CATALUÑA, ARAGÓN, ESPAÑA.
Después
de la caída del Reino de Hispania,
tras la batalla de Guadalete en el año 711 entre los visigodos, al mando del
rey Don Rodrigo, y los árabes y bereberes, comandados por Tariq Ibn Ziyad, el Califato Omeya se apoderó de la casi
totalidad de la península ibérica. Tan solo pequeños territorios situados en
las montañas del norte se libraron de la dominación islámica y fue desde allí
donde comenzó la llamada “reconquista”.
Aragón se
constituyó como reino en los valles altos del sur del Pirineo central
(Jacetania) y su territorio quedó delimitado por el rey Jaime I a mediados del
siglo XIII.
En el año 1137 el rey de Aragón Ramiro II El Monje concertó
el matrimonio de su hija Petronila (de 1 año de edad) con el Conde Ramón
Berenguer IV de Barcelona (de 30 años de edad), lo que supuso el inicio de la Corona de Aragón.
En aquella época Cataluña no existía como entidad
política ya que, además del Condado de
Barcelona, existían otros Condados independientes como Gerona, Ausona
(Vich), Besalú y Cerdaña-Conflent.
El Reino de Aragón
lo formaban las tierras de Segorbe y Ribagorza, Monzón, Huesca y Zaragoza, y
entre ambos territorios estaba el reino almorávide de Lérida y los condados de
Urgell, Ampurias, Rosellón y bajo Pallars, de ahí que lo prioritario fuese la
conquista de Lérida en el año 1145 para establecer una continuidad territorial.
En el año 1154 el papa Anastasio IV reorganizó la provincia
eclesiástica tarraconense para que coincidiese con los dominios de la Corona de
Aragón y lo mismo ocurrió con las Órdenes Militares (Templarios en 1174 y
Hospitalarios en 1188).
Ramón Berenguer IV conquistó Daroca (1142), Tortosa (1148),
Fraga (1149), Miravete (1154) y Monforte y Alcañiz (1157).
El hijo de Petronila y Ramón Berenguer, Alfonso II
(1162-1196), heredó la Corona de Aragón a los 5 años y debido a su minoría de
edad se constituyó un Consejo de Regencia o Curia Real, que fue el origen de
las cortes, tanto de las aragonesas y las catalanas (que estaban separadas) como
de las conjuntas generales. Conquistó Teruel (1170), Castellote (1180) y
Monroyo (1185).
Pedro II (1196-1213) ocupó Rubielos de Mora (1204) y Ademuz
(1210).
Desde el año 1204 los reyes de Aragón fueron coronados en
Zaragoza por el Arzobispo de Tarragona y después juraban los fueron de Valencia
y de Cataluña.
Jaime I (1213-1276) conquistó Bejís (1228), Vivar (1232),
Peñiscola y Burriana (1233), Valencia y Nules (1228), Alcira y Játiva (1244) y
Biar (1245). Quiso repartir la Corona entre sus hijos, Alfonso y Pedro, tomando
como línea divisoria el río Segre. Los catalanes protestaron y Jaime I delimitó
el territorio de Aragón desde Ariza
hasta el río Cinca y desde Santa Cristina hasta el río Alventosa; Cataluña desde el puerto de la Clusa
hasta el río Ulldecona y desde el río Cinca hasta el mar; y Valencia desde el río Ulldecona hasta
el puerto de Biar.
Y dispuso que Alfonso heredara Aragón; Pedro, Cataluña y
Mallorca; Jaime, Valencia; y Fernando, Rosellón y Montpellier. Al fallecer el
Infante Fernando se hizo un nuevo reparto: Alfonso heredaría Aragón; Pedro,
Cataluña; y Jaime, Valencia, Mallorca y Montpellier.
Tras el fallecimiento del Infante Alfonso, Jaime I hizo
nuevo testamento en 1262 dejando a Pedro III Aragón, Cataluña y Valencia, y a Alfonso
II Mallorca, Cerdeña, Rosellón y Montpellier. En el año 1343 Pedro IV
reincorporó Mallorca a la Corona de
Aragón.
Por el Tratado de Campillo, Jaime II incorporó a la Corona
de Aragón en el año 1304 Alicante, Villena, Saix, Elche, Orihuela y Guardamar.
A través de su expansión por el Mediterráneo Jaime I incorporó
a la Corona de Aragón Mallorca (1229) e Ibiza (1235) y Pedro III Sicilia (1282), que se desgajó en 1713 por el
Tratado de Utrech.
Alfonso V incorporó a la Corona de Aragón la isla de Cerdeña
(1322, hasta 1708) y Nápoles (1442, hasta 1707).
Igualmente pertenecieron a la Corona de Aragón las tierras
francesas de Cerdaña (1117) y Rosellón (1172) hasta el año 1642.
Los soldados y guerreros catalanes combatían bajo la bandera
de Aragón (Aragó) y siempre se ha hablado de la Corona de Aragón y de los Reinos
de Aragón, Valencia y Mallorca y del Condado de Barcelona.
Con el matrimonio de Isabel
I de Castilla y Fernando II de Aragón (Reyes Católicos) comenzó el declive
de la Corona de Aragón con respecto a la Corona
de Castilla (formada por los Reinos de Castilla y de León). Hasta entonces
cada territorio de la Corona de Aragón había tenido independencia jurídica,
económica y administrativa.
En 1493 se constituyó el Consejo de Aragón para unificar criterios y actuaciones; igualmente
en 1555 se creó el Consejo de Italia
para tratar los asuntos de Sicilia, Nápoles y Milán.
El final de la Corona de Aragón se produjo a principios del
Siglo XVIII con la llamada “Guerra de
Sucesión”. Al morir el Rey Carlos II sin descendencia se desencadenó una
contienda entre los partidarios de Felipe V (apoyado por Castilla y Francia) y
del Archiduque Carlos (apoyado por Aragón, Inglaterra, Portugal y el Imperio
alemán), pero dicho apoyo no fue absoluto, ya que en bastantes regiones se
libró una auténtica guerra civil.
La Corona de Aragón proclamó rey al Archiduque Carlos en 1706. En 1707 las tropas de Felipe V conquistaron Almansa (25 de
Abril), Valencia (8 de Mayo) y Zaragoza (25 de Mayo).
El 29-06-1707 se dictó el Decreto de abolición de los fueros, privilegios, prácticas,
costumbres, exenciones y libertades de los Reinos de Aragón y Valencia. El
15-07-1707 se suprimió el Consejo de Aragón y se crearon las Audiencias de
Zaragoza y de Valencia.
El 12-09-1714 las tropas de Felipe V entraron en Barcelona y
el 03-07-1715 en Palma de Mallorca. Por Decreto de 15-11-1715 se abolieron los
fueros del Reino de Mallorca y de 16-01-1716 los del Principado de Cataluña,
creándose las Audiencias de Palma de Mallorca y de Barcelona.
Esta serie de Decretos, conocidos como de Nueva Planta,
también se aplicaron a Castilla (Decreto de 10-11-1713) y consistieron en
reformar y delimitar las “nuevas
plantas” de la Reales Audiencias que impartían justicia.
Como resultado de estos Decretos los Reinos de la Corona de
Aragón perdieron sus instituciones político-administrativas, aunque mantuvieron
su derecho privado propio. La nueva planta no fue una adaptación total a las
leyes de Castilla, ya que mantuvieron un régimen tributario diferente al
castellano y Cataluña siguió gozando de la exención de quintas. Las Cortes de
los distintos territorios de la Corona de Aragón fueron disueltas y las Cortes
Castellanas se convirtieron en Cortes Españolas,
salvo Navarra que las conservó hasta 1841.
Lo que Felipe V
impuso en toda España fue el
absolutismo, siendo totalmente incierto que se tratase de una guerra de España
contra Cataluña.
Luis M. Garrido.
Abogado.