REQUISITOS PARA SER
POLÍTICO
Cuando alguna persona quiere hacer algo, bien sea
realizar un acto o disponer de una cosa, ejercer una profesión u oficio o
simplemente ejercitar una actividad, pública o privada, en la mayoría de las
ocasiones se le exigen una serie de requisitos o condiciones para poder
efectuarlo a través de procesos selectivos y formativos.
Y así, para ejercer determinadas profesiones u oficios,
se exige con carácter general tener determinadas condiciones físicas que se
evalúan con reconocimientos médicos y pruebas a fin de verificar determinadas circunstancias
personales (altura, peso, visión, capacidad pulmonar, masa muscular, etc.) u
otros índices tendentes a excluir a las personas que tengan defectos físicos o
psíquicos que impidan o menoscaben la capacidad funcional u operativa necesaria
para desempeñar las tareas propias de la actividad.
Dichas pruebas físicas se complementan con otras como no
padecer enfermedades, test de personalidad, pruebas psicotécnicas y entrevistas
a fin de determinar posibles limitaciones, físicas o psíquicas, incompatibles
con las funciones a desempeñar a fin de evitar riesgos, sobre todo en el manejo
de máquinas u objetos peligrosos o toma de decisiones trascendentes.
También se exigen conocimientos teóricos de todo tipo:
títulos de formación superior (estudios universitarios de grado, licenciatura o doctorado), media (técnicos, bachilleres o
formación profesional) o elemental (graduado escolar o cursos de formación). Y
en muchas ocasiones se añaden exámenes de ingreso u oposiciones y posteriores
períodos formativos y prácticos.
Además, para poder acceder a cualquier empleo público,
se exigen conocimientos básicos sobre el funcionamiento y estructura de los
principales órganos del Estado, así como de las leyes generales que rigen la
administración pública.
A nivel particular, para poder conducir vehículos a
motor se requiere, además de un informe de aptitud psicofísica emitido por un
Centro de Reconocimientos de Conductores, superar unas pruebas teóricas y
prácticas, así como realizar diversas maniobras según el tipo de permiso:
ciclomotores, motocicletas, turismos, camiones, autobuses, mercancías
peligrosas, etc.
Para utilizar armas de caza se exige superar unas
pruebas teórico-prácticas para evaluar la aptitud y habilidad en su manejo. Y para
obtener el carnet de manipulador de alimentos hay que tener conocimientos
básicos sobre higiene y limpieza en la preparación y conservación de los
alimentos para evitar riesgos para la salud.
Más aún, para comprar y utilizar productos
fitosanitarios para fumigar su propia casa o jardín es obligatorio tener el
carnet de manipulador de herbicidas o plaguicidas (particular o profesional)
con la finalidad de tener conocimientos básicos sobre control de plagas, contaminación
de suelo y agua y eliminación y reciclaje de residuos.
Sin olvidar que estos permisos, autorizaciones o
capacitaciones tienen que ser renovados periódicamente para verificar que las
aptitudes requeridas para poder realizar esas actividades no se han perdido o
disminuido por el transcurso del tiempo.
Incluso para el ejercicio de derechos políticos como
ser miembro de un jurado popular o vocal de una mesa electoral se exige saber
“leer y escribir” y para ser presidente tener el título de bachiller o formación
profesional.
Pero para ser político en todos sus niveles (local,
provincial, autonómico, nacional y europeo como concejal, alcalde, diputado,
senador, parlamentario, consejero, ministro o presidente) no se exige ningún
requisito, a excepción de ser mayor de edad y no estar inhabilitado para
ejercer cargo público por sentencia judicial firme.
Es decir, se puede ser analfabeto, imbécil* o tonto de
solemnidad y ejercer cualquier cargo público de los mencionados, pero para ser
empleado público a las órdenes de los políticos o bajo su mando, sea cual sea su
categoría o nivel, se exigen aptitudes psicofísicas y conocimientos generales o
específicos en las distintas materias.
Principio de
Hanlon: Nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la
estupidez.
* Imbécil: RAE:
alelado, escaso de razón o poco inteligente.
Luis M. Garrido.
Abogado.
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